Por el efecto de la devaluación, la harina subió hasta 15% esta semana
El alza superó la relación del salto que dio el dólar
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Aunque el sector molinero ya normalizó la entrega hacia las panaderías, la harina sufrió un aumento de hasta el 15% esta semana como consecuencia de la continua devaluación, que tiene su traslado al consumo masivo.
Los directivos de la Federación Argentina de la Industria del Pan (Faipa), Pablo Albertus ( Tucumán) y Gerardo Di Cosco ( Rosario), coincidieron ante BAE Negocios que «la venta de harina que estaba suspendida por varios molinos ya se normalizó». «Los pedidos hechos con anterioridad se entregaron. Pero el problema ahora es que la bolsa de harina pasó esta semana de casos de $1.100, a $1.230 y hasta $1.300», sentenciaron.
«Hay que dejar en claro que la provisión ahora es correcta, pero es mentira que nunca hubo problemas en los últimos días con la entrega de harina», afirmó otro dirigente de Faipa, Jorge Vitantonio. Precisamente, desde los molinos intentaron explicar que no hubo problemas de faltantes, varios días después de que este medio denunciara el freno a la venta de harina.
Di Cosco recordó que «decenas de molinos aclararon que los pedidos tomados los iban a respetar, pero no iban a salir a vender hasta ver el dólar pasadas las elecciones». La paradoja es que mientras hace una semana reconocieron que el precio de la bolsa de harina había caído $50 por la cotización internacional del trigo, en el sector panadero salieron ayer muy fuerte a plantear los aumentos de hasta 15%, con la pasividad del Gobierno como ocurre con todos los casos de incrementos de precios en consumo masivo.
La suba del dólar de $2,36 (o 3,9%) en sólo cuatro ruedas también hizo que la economía comenzara a quedarse sin precios a partir del lunes de la última semana.
Conflicto reciente
Debido a la dolarización de las facturas con precio de la harina, los panaderos emitieron hace poco tiempo un comunicado en el que pidieron a sus 40 mil panaderías asociadas, que dejen de comprar a Molinos Cañuelas por la indexación irregular.
La Faipa «no puede obligar a ninguna panadería a tomar decisiones», pero «sí sugerir en el comunicado que no se compre a Molinos Cañuelas y a todos los molinos que se aprovechen de nosotros», habían afirmado los comercios. Días después, los molinos volvieron atrás con la medida. Faipa pidió ayuda al Gobierno pero nunca hubo intervención.
Con las devaluaciones del peso frente al dólar, la suba de los precios y la pérdida del poder adquisitivo de las familias, el consumo de pan cayó entre 35% y 40% en lo que va del año. El cálculo lo hizo Di Cosco. Luego, contó las consecuencias y dio el dato más dramático. «En los últimos doce meses, cerraron 1.365 panaderías y perdimos 80 mil puestos de trabajo formales», le había dicho a este diario.
«Sólo esperamos que haya una moratoria amplia de impuestos y esto no empeore», se resignó el dirigente.
(BaeNegocios)