23 noviembre 2024

Marcha para reclamar el desafuero de Cristina Kirchner

Multitudinaria marcha para reclamar el desafuero de Cristina

Una multitud se congregó frente al Congreso para reclamar el desafuero y «cárcel» para la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner, además de reclamar la sanción de la ley de Extinción de Dominio para que los corruptos «devuelvan la plata».

Los manifestantes respondieron en masa a la convocatoria impulsada por el oficialismo a través de redes sociales con el objetivo de presionar al Senado para que autorice el pedido de allanamiento hecho por el juez federal Claudio Bonadio en el marco de la causa de los cuadernos.

«Devuelvan la plata», «Queremos flan» y «No vuelven más» fueron parte del menú de cánticos que miles de ciudadanos entonaron durante todo el transcurso de la protesta, que se replicó en la mayoría de las capitales provinciales y grandes ciudades del Interior.

La convocatoria fue organizada por Ricardo Benedetti, coordinador de Análisis y Control de Gestión del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, organismo que comanda Hernán Lombardi. La marcha fue rápidamente motorizada por redes sociales bajo diversos agrupadores como #21, #21ATodosAlCongreso y #21AYoVoy.

Por lo pronto, varios diputados y dirigentes del oficialismo promovieron las convocatoria. Algunos de los que se plegaron fueron nada menos que el presidente del interbloque Cambiemos en la Cámara baja Mario Negri y los también diputados oficialistas Fernando Iglesias, Waldo Wolff y Graciela Ocaña. Desde la Coalición Cívica también se ocuparon de promocionar con énfasis la marcha de la mano de dos «lilitas» de pura cepa: la parlamentaria del Mercosur Mariana Zuvic y la diputada nacional Paula Oliveto.

En la Ciudad de Buenos Aires, el epicentro de la movilización fue la esquina de Callao y Rivadavia, pero ante la gran cantidad de personas la multitud se desplegó a lo largo de Callao hasta Mitre, por Entre Ríos hasta Yrigoyen, y por Rivadavia hasta Rodríguez Peña. Además de carteles, con leyendas como «NSB» (No somos boludos) y «Devuelvan lo robado», también se destacó la presencia de un muñeco gigante de la diosa de la Justicia griega, así como también algunos vendedores ambulantes llevaron flan para vender.

Asimismo, varios manifestantes llevaron bolsos, en alusión al protagonismo de esos objetos en el pago de coimas. Entre la multitud se destacó el comediante Alfredo Casero, uno de los principales impulsores de la movilización y que llegó acompañado por Zuvic.

Convertido en una suerte de estrella de la movilización, el artista fue homenajeado por el público, que rodeó al acto y cantó «Queremos flan», el reclamo con que el humorista intentó explicar la situación del país y la herencia recibida.

Con esta convocatoria el oficialismo busca sumar presión a la bancada peronista de la Cámara alta para que aporte quórum el próximo miércoles, cuando el oficialismo intente por tercera vez autorizar el requerimiento del juez federal Claudio Bonadio para allanar los tres domicilios de la ex jefa de Estado.

Desde la bancada encabezada por el rionegrino Miguel Pichetto aseguran que el número para sesionar el próximo miércoles está garantizado y recuerdan que la última convocatoria naufragó porque dos senadores de Cambiemos se ausentaron.

El temario de la protesta incluirá el reclamo de la sanción de la Ley de Extinción de Dominio, una figura que habilitará al Estado a recuperar bienes obtenidos por el delito, cuyo proyecto iba a ser tratado en la misma sesión del Senado en la que se iba a debatir la autorización para los allanamientos.

Ambito.com


CFK dio el aval para los allanamientos aunque pidió garantías sobre los procedimientos

“Para terminar con el show”

La ex presidenta presentó una nota a sus pares en la reunión de Labor Parlamentaria. Señaló que no convalida la “cruzada persecutoria” en su contra y agradeció a los senadores que hasta ahora no habían convalidado el operativo judicial.

“A esta altura de las circunstancias no tengo ningún inconveniente en que el cuerpo autorice lo solicitado por Bonadio”, aseguró ayer la ex presidenta Cristina Fernández en una nota presentada a sus compañeros en la reunión de Labor Parlamentaria. Allí los presidentes de bloque definirían los detalles la sesión de hoy, en la que Cambiemos buscará avanzar, por tercera vez, con el pedido judicial para allanar los domicilios de la ex mandataria. En la nota, CFK aclaró que su posición no significa convalidar la “cruzada persecutoria” en su contra sino que pretende “terminar, de una vez por todas, con el show montado alrededor de estos allanamientos sin fundamentos”. En ese contexto, reclamó que no más cámaras de TV ni fotográficas en el operativo, que estén presentes sus abogados y un senador o senadora y que se resguarden los objetos de uso personal. Desde el oficialismo, la vicepresidenta Gabriela Michetti se expresó anoche en contra de estos requerimientos, que seguramente quedarán en el centro del debate de hoy.

Mientras afuera del Congreso comenzaba a producirse una movilización para reclamar el desafuero de CFK, el titular del bloque del FpV-PJ, Marcelo Fuentes, presentaba a sus pares la carta firmada por la ex mandataria. Allí advierte sobre los “críticos momentos que atraviesa el Estado de Derecho y el sistema de representación democrático” y agradece al grupo de senadores que no convalidó los últimos dos intentos para votar los allanamientos. Además de sus compañeros de bancada, CFK se refiere, sin mencionarlos, a los 16 de los 24 senadores del interbloque Argentina Federal, que preside Miguel Pichetto, y otros bloques más pequeños como el de Magdalena Odarda y Pino Solanas o el de Rodríguez Saá.

“Tengo muy claro que dicha actitud no fue por solidaridad personal ni ‘corporativa’, sino que, por el contrario, obedeció a la firme decisión política de no convalidar la utilización del Poder Judicial como instrumento de persecución política a los opositores y de distracción mediática para la población, por la grave situación económica y social que atraviesa nuestro país con motivo de las políticas aplicadas por el gobierno de Mauricio Macri”, asegura CFK.

En ese contexto, la senadora señaló que la Cámara Alta debe garantizar que las medidas que se lleven adelante sean sólo para recabar pruebas “y no para obtener imágenes o filmaciones sobre el interior de mis viviendas y de los objetos que forman parte de ellas, al efecto de su posterior difusión mediática con intencionalidad política”.

Con ese fundamento, solicitó que el Senado no autorice el ingreso de cámaras, que estén presentes sus abogados “al efecto de garantizar mi defensa y el control de legalidad de los mismos” y que también participe un senador o senadora designado por ella para “garantizar lo que disponga y ordene este cuerpo”. También pidió que “se resguarden los objetos de uso personal y de aquellos que conformen el ajuar de las casas” y que el juez “no rompa nada y disponga que se utilicen los instrumentos técnicos necesarios con los que cuentan las fuerzas de seguridad y los organismos de inteligencia”. Dejó incluso un pedido personal: que no se altere su casa de El Calafate, donde vivió Néstor Kirchner. Allí “se produjo el momento más doloroso de mi vida y por lo tanto su preservación tal como está es, para mí y para mi familia, muy importante”, reveló. En cada caso, la ex presidenta ejemplificó con distintos episodios su “humillación y hostigamiento”. Citó, entre otros, las escuchas judiciales ilegales sobre conversaciones privadas “anunciadas y difundidas en programas de televisión y radio, como siempre oficialistas y con abundante pauta del Estado”. También la denuncia por vigilancia de agentes de inteligencia en el Instituto Patria. “Toda esta situación de persecución política, inédita desde el advenimiento de la democracia en 1983, parece ser ignorada por algunos integrantes de este cuerpo”, deslizó, en un dardo hacia los oficialistas y en especial a los 8 senadores del PJ.

Pagina 12


La movilización impulsada por el oficialismo reclamó frente al Congreso por el desafuero a CFK

Una remake de los cacerolazos anti k

Entre banderas argentinas, carteles con la consigna “no somos boludos” y cantitos como “queremos flan”, los manifestantes pidieron por la ley de extinción de dominio y que la ex presidenta vaya presa. Hubo diputados macristas y el cómico Alfredo Casero.

La bandera argentina flameaba frente al Congreso, esta vez, con un eslogan grabado. Decía: “Sí se puede”. Una multitud convocada por el oficialismo se congregó frente al Congreso para reclamar el desafuero de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La mayoría, enardecida, también pedía su prisión inmediata. La composición fue similar a los cacerolazos antikirchneristas: predominancia de clase media a clase media alta y de personas que superaban los cincuenta años. Entre ellos circularon como estrellas de rock los más furibundos dirigentes del macrismo, además del actor Alfredo Casero que lució en su frente el pañuelo a rayas, la invención del día. “Queremos flan”, coreó un grupo que no pareció haber entendido muy bien la metáfora que planteó el actor.

Mucha boina, mucha bufanda paqueta, mucho sobretodo de los que se sacaban para ir al teatro fueron algunas de las claves de vestimenta del encuentro oficialista frente al Congreso. La iniciativa había sido convocada abiertamente por algunos funcionarios PRO, como Ricardo Benedetti, coordinador de Análisis y Control de Gestión del Sistema Federal de Medios. A él se sumaron diputados oficialistas como Graciela Ocaña, Paula Oliveto, Fernando Iglesias y Waldo Wolff que fueron recibidos como estrellas. No muy lejos, la activista pro represores Cecilia Pando mostraba su cartel de “No somos boludos”, una consigna que impuso Casero y que se repitió en carteles que mostraban las iniciales.

Al igual que en otras movilizaciones antikirchneristas predominaron las banderas argentinas, ya fuera ondeadas (las de “sí se puede” costaban cien pesos), usadas como capas o como bufandas. Así la llevaba, por ejemplo, Alicia, una abogada habitué a los cacerolazos que indicó a este diario: “Me parece de terror. El Congreso no puede albergar a este tipo de personas”.

–¿La situación económica la preocupa?

–Obviamente. Pero está todo relacionado. ¿Quién nos va a financiar con este nivel de corrupción?

Cerca de ella, un hombre disfrazado de minion –todo amarillo– consiguió imponer el cantito del momento: “¡Queremos flan! ¡Queremos flan!”. “Habría que haber vendido flan”, comentó uno de los habituales vendedores de choripanes. Los manifestantes se sumaron a la consigna del flan con entusiasmo, así como a otros más tradicionales como “No vuelven más” o “Sin Cristina, Ar-gen-tina” o el más enfático: “Ladroooona”. Desafiante, un hombre con el sobretodo raido les gritó: “Ella me devolvió el trabajo”. Dos señoras vestidas para una gala comentaron:

–Ahí va uno.

–Miralo, pobrecito. Todo croto. Así lo dejó.

–Seguro cobra un plan.

Una muñeca gigante con las balanzas simbolizaba a la Justicia. Era rubia. La Justicia es rubia. En cambio, la manequín vestida con traje a rayas que arrastraba Nancy era bien morocha. “Quiero que los presos no salgan. Y que ella devuelva. Que devuelva todo”, le gritó a este diario.

–¿Y quiere que vaya presa?

–No. No la quiero presa. Sí que tenga un gesto de humildad–dijo la mujer que llevaba la manequín de una mujer con traje a rayas.

Lo empujó hasta perderse en la multitud, que no se decidía entre cantar el himno, mandarle saludos a la madre del senador Miguel Pichetto o pedir el desafuero.

—¡Que paguen como es debido! –gritaba una mujer con un cartel que decía “Basta de impunidad”.

–¡Y que pague De Vido! –le respondió otra con una sonrisa.

Los manifestantes sacaban fotos sentados sobre las rejas del Congreso. A diferencia de otras manifestaciones, no hubo vallas ni un dispositivo de seguridad extremo, como desplegó la Policía de la Ciudad con las marchas en favor del aborto. Pancho sabe de esas marchas: estuvo del lado de los pañuelos celestes y ayer de vuelta frente al Congreso. Pancho tiene una boina destacadamente militar, con un emblema con dos anclas. “Quiero protagonizar un cambio hacia la derecha capitalista”, reclamó ante este diario.

–¿Le cree al actual gobierno que no roba?

–(Piensa.) No me consta. Pero en Chicago se hizo lo mismo: se emplearon delincuentes para terminar con las mafias.

Como muchos de los presentes, Pancho dice que estuvo “en todos” los cacerolazos de los últimos años del gobierno de CFK. “Soy de un grupo que se moviliza hace 20 años”.

–¿Qué grupo es?

–Ah. Es un secreto –responde el hombre con aspecto de marino. Y se aleja hacia las rejas del Congreso que están empapeladas con carteles que dicen “Deshonroso Aguantadero de la Nación” o “No eran pingüinos, eran buitres”. También había globos. Y fotos de flanes.

Así como Pancho tenía aspecto marcial, Marcelo tiene pinta de dirigente rural: boina, poncho. Pero no: es un empresario (del rubro de la limpieza, cuenta). “Quiero que saquen los fueros para todos los políticos –reclama a este diario– Y la extinción de dominio. Suponete que Menem robó algo. Primero hay que sacarle todo y después que haya un juicio. Y esto es para todos, ¿eh? También para Calcaterra y para el padre de Macri”, escupe.

Sobre la situación económica, solo señala: “Hay que entender lo del flan. ¿Vos lo entendiste? Acá no se podía decir como estaba la cosas porque teníamos que salir del default. Pero hay que entender: no se puede más el flan”.

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