16 septiembre 2024

Qué es la IA emocional y cómo podría jugar en el contexto empresarial

En un mundo empresarial cada vez más digitalizado, la incorporación de la inteligencia artificial (IA) está transformando cómo las empresas interactúan con clientes y empleados. Una tendencia emergente es la IA emocional, una avanzada tecnología que busca mejorar la capacidad de los sistemas de IA para interpretar y responder a las emociones humanas.

A diferencia del análisis de sentimientos tradicional, la IA emocional utiliza una combinación de sensores visuales, auditivos y de otro tipo para captar y entender las emociones en tiempo real. Este avance promete llevar la interacción hombre-máquina a un nivel más humano y empático, abordando el desafío de “cómo hacer que los asistentes de IA, chatbots y otras herramientas automatizadas comprendan verdaderamente el contexto emocional detrás de las interacciones”.

Una de las innovaciones, como Emotion AI, examina el texto y utiliza sensores para captar información visual, auditiva y contextual, integrando aprendizaje automático con principios de psicología para interpretar emociones. Los principales proveedores de IA en la nube, como Microsoft Azure y Amazon Web Services, ofrecen servicios permitiendo a los desarrolladores integrar capacidades emocionales en sus aplicaciones. La API Emotion de Microsoft y el servicio Rekognition de Amazon son ejemplos destacados, aunque este último ha sido objeto de controversia en el pasado debido a cuestiones de privacidad y ética.

Aunque la inteligencia artificial emocional no es un concepto nuevo, su aplicación en el contexto empresarial está experimentando un auge sin precedentes. Ante ello, Derek Hernández, analista en PitchBook, indicó que la proliferación de asistentes de IA y las interacciones automatizadas prometen una comprensión y respuesta más humana gracias a la IA emocional.

Las cámaras y micrófonos, integrados en dispositivos como computadoras portátiles y teléfonos, juegan un papel importante en esta tecnología. Por ello, Hernández señaló que estos dispositivos permiten capturar y analizar las emociones de manera más precisa, ampliando el potencial de la IA emocional en entornos laborales.

Un número creciente de startups está surgiendo en este campo, como Uniphore, MorphCast, Voicesense recaudaron sumas significativas para desarrollar y aplicar la IA emocional. Estas empresas están en la vanguardia de una revolución tecnológica y buscan resolver problemas derivados del uso intensivo de la tecnología en la interacción humana.

No obstante, la efectividad de la IA emocional sigue siendo un tema de debate. En 2019, un equipo de investigadores cuestionó la viabilidad de detectar emociones humanas a través de movimientos faciales, sugiriendo que la idea de que la IA pueda interpretar sentimientos basándose en imitación de comportamientos humanos podría estar equivocada. Además, la creciente regulación, como la ley de IA de la Unión Europea y leyes estatales como la BIPA de Illinois, limitan la recopilación de datos biométricos y podría influir en la adopción y desarrollo de esta tecnología.