Gran avance de investigadores argentinos para tratar las infecciones del virus que causa la bronquiolitis
Científicos argentinos lograron descifrar el rol de unas proteínas clave del virus sincicial respiratorio (VSR) que le permiten autoperpetuarse e infectar, lo que a futuro abre el camino para el desarrollo de tratamientos contra este patógeno causante de infecciones respiratorias potencialmente graves como la bronquiolitis en bebés hasta los dos años y personas de más de 60 con enfermedades crónicas.
El trabajo, llevado a cabo por investigadores del Conicet en la Fundación Instituto Leloir (FIL), fue publicado en dos trabajos consecutivos en las revistas Journal of Molecular Biology y Viruses. Básicamente, consistió en establecer los principios bioquímicos a través de los cuales el VSR forma las llamadas “fábricas virales”, estructuras fundamentales para su replicación, algo que comparten con otros virus como el que causa sarampión, Covid-19 y ébola.
“Recién hace menos de 15 años se determinó que las fábricas virales son estructuras de naturaleza líquida y responden al principio químico de separación de fases, un fenómeno similar a lo que ocurre entre dos líquidos que no se mezclan, como las gotas observadas en una vinagreta”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir Gonzalo de Prat Gay, jefe del Laboratorio de Estructura-Función e Ingeniería de Proteínas de la FIL y quién lideró la investigación.
En biología, esas estructuras se conocen como “condensados biomoleculares y constituyen un nuevo paradigma, ya que en la actualidad se sabe que participan en un gran número de procesos biológicos, encendido y apagado de genes, sinapsis, fotosíntesis, replicación de bacterias, y patológicos, en enfermedades neurodegenerativas, infecciosas o cáncer”, añadió el científico.
“También se describió cómo esta proteína forma condensados con el ARN, lo que sería un talón de Aquiles para el virus ya que se podría intentar interceptar esa formación como una manera de evitar que se replique”, resaltó Prat Gay. Y agregó: “Las fábricas virales no sólo actúan de reservorio de la actividad replicativa del virus, sino que también son el origen de la formación de cada partícula viral que será vertida al exterior de la célula. Se cree que dichas estructuras ocultan y protegen el ARN de su genoma, el cual las células detectarían y eliminarían si estuviera expuesto a través del mecanismo conocido como inmunidad innata”.
El VSR pertenece a una familia de virus que incluye patógenos humanos severos como sarampión, rabia, ébola, parainfluenza y metapneumovirus, entre otros, y comparte con ellos los mecanismos subyacentes a su ciclo infectivo, particularmente, el de la replicación de su genoma a través de fábricas virales. “Esto sugiere que nuestros hallazgos permiten pensar en la posibilidad de desarrollar antivirales de amplio espectro”, aseguró el científico.
El VSR es altamente contagioso y el principal responsable de la bronquiolitis, una infección respiratoria aguda que en las personas sanas ocasiona resfríos comunes, pero que en los bebés menores de un año, en los adultos mayores y en pacientes inmunocomprometidos puede resultar en enfermedad grave. De hecho, es una de las principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo.
A mediados de este año, Argentina transitó un brote importante de bronquiolitis, con un adelantamiento en la aparición de los casos y un 56% de aumento frente al mismo período de 2019 (el año con más casos de los últimos nueve), en gran medida debido al efecto de la pandemia, ya que entre 2020 y 2021 el SARS-CoV-2 predominó sobre el resto de los virus respiratorios y el año pasado hubo una ebullición de varios de ellos. Si bien en las últimas semanas, las notificaciones de VSR comenzaron a bajar, su presencia en un momento en el que convive con el virus de la influenza (gripe) y el que causa Covid-19 genera preocupación sobre lo que los expertos en salud pública bautizaron “tripledemia”, esto es una explosión de casos de estos tres virus que generan síntomas parecidos (fiebre, congestión, tos, dolor de cabeza y de garganta) y que abarrotó hospitales en varios países del hemisferio norte durante el invierno boreal.
“Si bien hay candidatos vacunales en fases clínicas avanzadas, y días atrás se aprobó en los Estados Unidos la primera vacuna para administrar a las madres al final del embarazo para proteger así a los recién nacidos, todavía no hay antivirales específicos contra el VSR de amplia accesibilidad en salud pública. Existen numerosas investigaciones en desarrollo, basadas en métodos tradicionales de búsqueda de nuevos fármacos. Pero el concepto de las fábricas virales como blancos terapéuticos emerge como una nueva plataforma para la exploración no sólo de antivirales sino también en un sinnúmero de patologías no virales”, aseguró Prat Gay.
En la investigación participaron integrantes del equipo del Laboratorio de Estructura-Función e Ingeniería de Proteínas de la FIL: Alicia Sierra, Ramón Peralta Martínez, Silvina Borkosky, Araceli Visentin, Nicolás Demitroff, Gabriela Camporeale y Gonzalo de Prat Gay. (DIB)