En los primeros diez meses del año cerraron 10.000 kioscos en Argentina
Desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) expresaron preocupación por la crisis en el sector, reportando que las ventas han caído hasta un 50% en la Ciudad de Buenos Aires y un 30% en promedio a nivel nacional. La causa de estos cierres incluye el alza de tarifas de servicios públicos como luz, agua y gas, además del aumento en impuestos y alquileres.
La situación es grave para los kioscos, con varios establecimientos históricos que no lograron resistir. Según Néstor Adrián Palacios, vicepresidente de UKRA, la crisis económica impacta en el consumo, afectando a los pequeños comercios. “Durante la presidencia de Mauricio Macri cerraron 33,000 kioscos, y en los primeros diez meses del gobierno de Javier Milei ya han cerrado cerca del 10% de los kioscos en el país”, señaló.
Los cierres son consecuencia de los incrementos en los costos, la caída en el consumo y la disminución en la rentabilidad, volviendo insostenible la continuidad de muchos locales, agregó Palacios. Aunque cierran kioscos tradicionales, en algunos barrios surgen “kioscos paralelos” que operan sin formalizarse y venden productos básicos como golosinas y cigarrillos para complementar ingresos.
Los kiosqueros señalan que a finales del gobierno de Cristina Kirchner había unos 120,000 kioscos en el país, de los cuales 33,000 cerraron durante la gestión de Macri. La pandemia también provocó cierres, pero a fines de 2022 el sector contaba con unos 90,000 kioscos. Sin embargo, la caída en las ventas ha llevado a muchos negocios a cerrar este año.
Néstor Acuña, vicepresidente segundo de UKRA, explicó que en CABA las ventas han caído un 50%, y que la mayoría de los clientes solo compra productos en promoción.
Entre los productos más vendidos destaca el alfajor de la marca de Hugo Basilotta, que se ofrece en promoción a 4 por $1,000, siendo más popular que las primeras marcas.
Incorporación de productos
Según UKRA, ante la falta de políticas que favorezcan el consumo, muchos kioscos han incorporado productos de almacén como panificados y lácteos que ya no se venden en los supermercados.
Además, aunque Halloween es una fecha de gran demanda en otros años, este año tuvo poco impacto en las ventas. «Antes regalábamos dulces a los niños, pero ahora apenas alcanzamos a darles dos o tres caramelos», comentó Acuña, propietario de un kiosco en Villa Urquiza.
Situación compleja
La situación es tan compleja que los kiosqueros ahora compran solo lo necesario para el día en el mayorista, ya que no pueden mantener inventario. Los cigarrillos también han experimentado cambios en el mercado, con la reaparición de las versiones para armar, que ahora se venden incluso sin filtro para reducir costos.
Ante este panorama, los kiosqueros advierten que, de no revertirse la tendencia, se prevén aún más cierres en el sector si no mejora el consumo y se implementan medidas que alivien los costos.
Fuente: (InfoGEI)Ac.-