Cruce de rutas 188 y 33: ya no se exige rotonda, piden semáforos como solución urgente
Tras reiterados siniestros viales en uno de los cruces más peligrosos de la región, vecinos y automovilistas coinciden: los semáforos podrían ser la respuesta inmediata que la zona necesita.

El cruce entre las rutas nacionales 188 y 33, a escasos metros de la 226, vuelve a estar en el centro del debate por la seguridad vial. A pesar de que años atrás se había anunciado la construcción de una rotonda —incluso por el entonces ministro Julio De Vido durante los festejos por los 120 años de la ciudad—, la falta de avances ha llevado a desistir de esa pretensión.
“Por lo menos que coloquen semáforos”, expresó una vecina que transita el lugar casi a diario, consciente del riesgo que implica cruzar por allí. Aunque existe cartelería de PARE, su cumplimiento es escaso, y basta una distracción o acto de imprudencia para que se desencadene una tragedia.
La propuesta de instalar semáforos surge como una alternativa viable: rápida, económica y efectiva. El cruce cuenta con espacio físico y disponibilidad eléctrica para su implementación, lo que permitiría reducir significativamente las colisiones si se obligara a detenerse en cualquiera de las direcciones.
Este reclamo no es nuevo. Se repite en cada oportunidad en que se pone en evidencia el estado crítico de las rutas 33 y 188. La sensación generalizada es que, más allá de los gobiernos y sus promesas, no hay autoridad competente que actúe con eficiencia ante una problemática que pone en riesgo vidas todos los días.