Advierten sobre incertidumbre por el futuro de los trenes de larga distancia
Una vez termine la demandada temporada de verano, que ya tiene casi todos sus boletos vendidos, no hay certezas sobre la continuidad de los servicios desde marzo: promediando febrero, los pasajes siguen sin salir a la venta.
Los trenes de larga distancia todavía funcionan, pero nadie sabe hasta cuándo. Por el momento los trenes corren normalmente, ya que la mayoría de los pasajes para la temporada de verano se vendieron de forma anticipada. Sin embargo, para el mes de marzo el destino es totalmente incierto, sostiene el sitio especializado “En el Subte”.
En años anteriores, la venta para el verano había contemplado pasajes hasta marzo inclusive o hasta Semana Santa y, fuera de temporada, a principios de cada mes solían habilitarse los pasajes para el siguiente. Promediando febrero no hay ninguna definición de Trenes Argentinos para los servicios del mes próximo. En paralelo comienzan a aparecer señales de ajuste, como el reciente cierre de los coches comedor por un conflicto entre Trenes Argentinos y la empresa gastronómica que administraba su concesión.
La indefinición no sólo afecta directamente la confiabilidad de los servicios, al hacer imposible que los pasajeros puedan programar sus viajes, sino que plantea un manto de duda sobre la voluntad del Gobierno de mantener los trenes de larga distancia después de la temporada de verano.
Situación de los servicios
Las flamantes autoridades recibieron de la gestión anterior los servicios Retiro – Rosario Norte, Retiro – Tucumán, Retiro – Córdoba, Retiro – Junín, Retiro – Palmira, Once – Bragado, Once – Pehuajó, Constitución – Mar del Plata y Constitución – Divisadero de Pinamar.
La gestión anterior había hecho bandera de los trenes de larga distancia, aunque sólo pudo realizar unos pocos avances, como el servicio “expreso” a Rosario o la extensión del San Martín hacia Palmira, sin que se afrontaran inversiones de magnitud en vías o material rodante ni se aprovechara el potencial en los corredores que poseen infraestructura en condiciones: Buenos Aires – Rosario y Buenos Aires – Mar del Plata, ambos renovados por el Estado hace una década. Por otro lado, se perdió el servicio a Bahía Blanca producto de la mala situación de la infraestructura, que continúa controlada por concesionarias de carga.
A pesar de ello, durante los últimos cuatro años se pudo aumentar modestamente la oferta de asientos y los corredores batieron récords de ocupación. Las frecuencias adicionales a Mar del Plata y Rosario, los dos servicios de larga distancia más competitivos, permitieron que, por ejemplo, el servicio a Rosario batiera su récord de 300.000 pasajeros transportados vendidos en el 2023, el número más alto desde 1993. El atractivo de los servicios aumenta por el bajo costo del boleto –hasta ahora irrisorio en comparación con el ómnibus y avión– y el logro de haber alcanzado una regularidad que los convierte en opciones fiables.